miércoles, 14 de abril de 2021

VIDA

    Cuando Juan comienza a escribir el Evangelio, dice: "En él estaba la vida" (1:4). Esto quiere significar que Jesús es la fuente de toda vida en la Tierra, aunque Juan no desarrolla este tema, se inclina a hablar de Jesús como "la fuente de la vida" espiritual, así también cuando cita "Yo les doy vida eterna", (Juan 10:28) o "he venido para que tengan vida y vida en abundancia" (Juan 10:10).

    Nuestra vida es contingente, la de Jesús es necesaria "dia ton patera" (Juan 6;57) "Yo vivo por el Padre". Jesús no ve su vida como nosotros vemos la nuestra. Él se llama a si mismo "El Pan de vida" (Juan 6:35-48). De allí que Juan centra la atención sobre la verdad de que Jesús sustenta la vida real.

    El mayor interés de Juan, radica en lo que Jesús dijo sobre la vida. El amor de Dios, le llevó a entregar a su Hijo para que las personas obtuvieran vida, lo cual es evidente en (Juan 3:16).

    Juan trata de todo el ministerio público de Jesús en los primeros doce capítulos de su Evangelio, pero dedica más de nueve capítulos  a las últimas conversaciones de Jesús con sus discípulos y a la muerte y la resurrección. Esto es, enfatizar en la muerte de Jesús como elemento central para traer vida. La vida que Jesús da, no es una vida centrada en sí mismo, sino una vida de servicio.

    Pedro sabía que la vida eterna venía de Jesús, también se puede decir que viene del Padre, en Juan 5:24-26, se observa que el Espíritu Santo también está involucrado. 

    Juan utiliza la palabra Psyque cuando piensa en la vida física, cuando habla de entregar la vida y afirmaciones similares. En los pasajes 10:11, 15, 17, Jesús está diciendo que moriría por sus ovejas para traerles salvación. Aquí hace referencia al tiempo final de su vida terrenal que culminaría en la cruz (Juan 13:37). Pedro le dice a Jesús que daría su vida por él, Pedro no murió por Jesús, pero los dos estaban hablando de su rendición de la vida física. Este término también aparece en el pasaje  en que Jesús dice: "El que ama su vida" (Psyque) la pierde, y el que aborrece su vida en este mundo la conservará para vida (Zoe) eterna (Juan 12:25).

    El que se concentra en su propio éxito aquí en este mundo, pierde su vida en lo que realmente importa, en cambio la persona que no busca ventaje personal, que confía en el Señor, tiene la vida eterna.  

PARA QUE CREÁIS

    Cuando leemos el contenido del Evangelio de Juan, entendemos que éste fue escrito con un propósito: "Para que creáis". Nos preguntamos: ¿Qué es lo que vamos a creer?. Lógicamente que la respuesta es: "Para que creamos en Jesús, quien es el Cristo, el Hijo de Dios".

    Juan hace mucho énfasis, dando a entender que es el personaje principal del Libro, hasta podemos afirmar con propiedad, que Jesús es el centro de todo. El interés de Juan es que los lectores  al leer el Libro, crean y puedan obtener la vida eterna.

    Llama la atención que Juan en ningún momento, cita la palabra "Fe", a diferencia de los Sinópticos, en cambio la palabra "creer" es citada muchas veces.

    En mi opinión, partiendo del concepto que aparece en l Libro de Hebreos (1:11), respecto de la palabra "Fe": "... Es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve...", se pudiera decir que ¿Juan al usar la palabra "creer", hace alusión de la palabra "Fe"? En los versículos Romanos 1:17, Gálatas 3:11 y Hebreos 10:38: "... Más el justo por la fe vivirá" Pudiéramos decir que existe un paralelo entre estas dos palabras, puesto que son similares en cuanto a su significado, ya que el que tiene fe, cree y el que cree, es porque tiene fe (Urania de Lugo, 2021).

    Juan puede hablar de creer por medio de alguien, o de algo, por su palabra a la hora de usar el verbo o por las obras (señales). Juan muestra su versatilidad a la hora de usar la palabra, la mayoría de estos usos se sitúan en cuatro divisiones, estos son: a) Dativo simple, transmite la idea de dar credibilidad; b) Siguiendo al verbo con la palabra "pues" (bati), el contexto de la creencia; c) Siguiendo al verbo con la preposición "en" (dentro) que señala a la persona en quien se confía y d) El uso absoluto.

        Una verdad que es evidente a lo largo de este Evangelio, es que el Padre y el Hijo están muy cercanos, es decir, compenetrados el uno con el otro, Jesús dijo: "el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna" o lo que es igual expresar que la idea de haber sido enviado por el Padre, se relaciona con creer en Jesús.

    El Padre obra en y a través de Jesús. Él envió a su Hijo al mundo para cumplir una misión, por ello las obras de Jesús, son prueba de que el Padre está cumpliendo su propósito.


 EL ESPIRITU SANTO

    La conciencia de la presencia del Espíritu Santo, parece haberse extinguido, hasta en la comunidad de los creyentes, por lo que, esta conciencia, es necesario que sea despertada.

    Sin lugar a dudas, podemos afirmar que las únicas personas que entienden las palabras acerca del Espíritu, son aquellas que han experimentado su presencia. No podemos asumir que cualquiera que se atribuya el derecho de ser cristiano, entenderá lo que es la obra del Espíritu Santo.

    La enseñanza de Juan no resulta tan obvia, pero cualquier persona que se someta a la voluntad de Jesús, podrá entender lo que Juan está enseñando en su Evangelio.

    El Apóstol escribe para los creyentes, no para aquellos que se atribuyen de manera nominal a la fe cristiana; esto me hace recordar a alguien por allí, que me dijo un día: "Ay! te metiste a evangélica!. Recuerdo que le respondí: "No, quien se mete, se sale" Esto es un llamado de parte de Dios.

    Juan habla del Espíritu Santo como "el Espíritu de verdad", en los versículos: 14:17, 15:26 y 16:13, utiliza muy pocas veces la palabra griega "Parakletos" para referirse al Espíritu de Dios. Juan asocia el inicio del Ministerio de Jesús con el Espíritu Santo. Juan el Bautista dice: que vio al Espíritu descender sobre Jesús, entendemos que hubo una manifestación visible del Espíritu Santo, diremos una teofanía (manifestación visible de Dios). Imaginamos que Juan estaba anticipando lo que sucedería con el comienzo de la vida espiritual de los creyentes. Juan enlaza el don del Espíritu con la declaración de perdón y retención de los pecados. El Evangelista trata de influir en los creyentes para que entendamos al Espíritu de Dios, además dice que Jesús y el Espíritu Santo estaban conectados.

    Todos los creyentes, que somos humanos, necesitamos la ayuda y la guía del Espíritu de Dios, cuando conocemos y entendemos a Jesús, vemos que es como uno de nosotros en su condición de humano. 

    Hay algo que debemos interiorizar, y es que los creyentes no recibimos al Espíritu Santo en el mismo grado que Jesús lo recibió. En criterio de Agustín de Hipona y de Calvino, quienes coinciden en que la gracia es dada según la medida del don de Cristo (Efesios 4:7). No debemos poner en duda que es el Padre quien da el Espíritu a los creyentes.


El Bautismo del Espíritu Santo
    
    Juan el bautista compara el bautismo que él realiza "bautismo en agua", con el que Jesús haría "bautismo en el Espíritu Santo". El bautismo de Juan era para arrepentimiento, pero el bautismo de Jesús, traería a las personas a una nueva vida, que se caracterizaría por la presencia del Espíritu Santo. 

    En la conversación entre Jesús y Nicodemo, Jesús le habla al fariseo de la necesidad de nacer de nuevo. Jesús primero dice al fariseo que "si no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios". Los hijos de Dios no nacieron de sangre ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, de Dios, y aquí hallamos algo de la misma verdad. El camino del reino no consiste en dar lo mejor del esfuerzo humano; requiere una vida completamente diferente, que puede llamarse un renacimiento. Es un nuevo comienzo, libre de todos los obstáculos de la vida anterior. Nicodemo respondió con la pregunta, ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo?, y añadió otra más, ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús le responde: "En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios"